sábado, 9 de febrero de 2013

SOPA DE VERDURAS DE SAN VALENTIN



All you  need is Love, dice la canción, y es que lo único que una persona necesita para ser feliz es Amor, ya sea el amor de su pareja, el amor de sus hijos, de sus padres, de un hermano, o un amigo, cualquier tipo de estos amores hacen que una persona se sienta viva.
Y ahora que estamos en Febrero, el mes del amor, de los enamorados, de San Valentín, de Cupido, me hago una pregunta, ¿estos dos son el mismo personaje o son competidores? Es decir, que si son como Papa Noel y los Reyes Magos, que compiten por llevar regalos en la misma fiesta, porque sinceramente, yo siempre he sido de sus majestades los Reyes Magos, pero entre San Valentín y Cupido no tengo muy claro a quién pedirle que me traiga el anillo de diamantes, o en su defecto una Kitchen Aid de color roja...:)
Pero claro está que si me pongo a investigar, San Valentín era un sacerdote romano decapitado por casar a escondidas del emperador, a los soldados con sus mujeres, algo que el emperador veía totalmente incompatible con sus carreras de las armas, que a ver, el matrimonio es complicado, pero tanto como para decapitar al cura...., y Cupido, un tipo que se pasea en pañales disparando flechas a diestro y siniestro..., pues la verdad, no me queda muy claro de quién hacerme seguidora! Aunque claro está, como ya todos sabemos quienes son los reyes..., creo que ya se a quién hacerle la pelota para que al menos me traiga flores ese día!!!!!!!
Esta receta la saqué de Pinterest, me pareció muy buena idea para celebrar con los niños el día de los enamorados, y así de paso camuflar de forma divertida un plato de verduras que tanto les cuesta comer.
Es muy muy sencilla, así que vamos a ello!



INGREDIENTES:

   Zanahorias.

   Judías verdes.

   Calabacín.

   Brócoli.

   Puerros.

   Apio.

   Patatas.

   Una pastilla de caldo.

   Aceite de oliva virgen extra.

   No pongo cantidades porque depende de la cantidad de sopa que queramos preparar.

   Podemos usar las bolsas de verduras frescas que venden preparadas en muchos súper para hacer sopas.



PREPARACIÓN:

Cortamos todas las verduras en dadidos muy pequeños, la gracia de esta sopa está en la forma de cortar las zanahorias, así que para ello, las pelamos, y hacemos un corte longitudinal, es decir, a lo largo, en ambos sentidos, de manera que formamos un pico hacia abajo, ahora con la ayuda del cuchillo vamos desfilando los laterales inferiores de la zanahoria para dar forma de corazón, por último, hacemos cortes transversales y ya tenemos nuestros corazones de zanahoria! Si fuera necesario los retocamos con el cuchillo para perfeccionar más los corazones.
Puede resultar lioso de leer pero os aseguro que con las imágenes os quedará muy claro!

Ahora ponemos todas las verduras a cocer en una olla con agua hirviendo, un chorreón de aceite de oliva, y una pastilla de caldo. Cuando estén todas las verduras tiernas podemos añadir unos taquitos de jamón serrano para hacerla más completa.
Servir caliente, veréis como los niños disfrutan buscando los corazones en sus platos!

viernes, 1 de febrero de 2013

MOLLETES ANTEQUERANOS



Hacer pan en casa es una experiencia muy gratificante, una vez que le pierdes el miedo a palabras como "masa madre", o "levado", y te lanzas, no paras de buscar recetas de pan para seguir haciendo y degustando. Es bastante importante que contemos con una levadura y una harina de buena calidad, ya que son básicamente los ingredientes principales. Esta es la tercera vez que hago pan en casa, os recuerdo mi pan integral de pasa, nueces y pipas, y el maravilloso pan milagro, y desde luego no será el último!, tengo unas ganas locas de hacer pan de molde en casa, ya os contaré!!!
Al ser de Málaga tengo muy arraigada la tradición de desayunar un rico mollete antequerano con aceite y tomate, de hecho era mi desayuno cotidiano en la cafetería de la universidad. Para los que no los conozcáis, el mollete es un bollito de pan de forma ovalada, miga blanda y poco cocido, de ahí su característico color blanquito. Y aunque molletes se pueden hacer en cualquier parte del mundo, los mejores, sin lugar a dudas, son los antequeranos!
La receta la he sacado del blog, Mis thermofavoritos, aunque encontrareis muchas recetas de este rico pan, a mi la que más me gustó fue la adaptación que hice de la que ofrece este blog.




INGREDIENTES:

Para la masa madre:

   100g de harina de fuerza.

   100g de agua.

   10g de levadura fresca.

   1/2 cucharadita de azúcar.

Para la masa:

   150g de agua.

   150g de leche.

   50g de aceite de oliva.

   1 cucharadita de miel.

   550g de harina de fuerza.

   2 cucharaditas de sal.




 PREPARACIÓN:

Para la masa madre:

Ponemos en el vaso el agua y calentamos 30 segundos, temperatura 37, vel 1. A continuación, añadimos el resto de ingredientes de la masa madre y programamos 10 segundos, velocidad 4. Una vez acabado el tiempo dejamos reposar en el vaso cerrado aproximadamente una hora. ( Aquí mi marido cuando asomó la nariz  y vio tan poca cantidad de masa, pensó que no había ni para un mollete pequeñito!, pero no os preocupéis que tiene que crecer y además aun hay que añadirle los ingredientes de la masa)

Para la masa:

Añadimos al vaso donde teníamos la masa madre todos los ingredientes de la masa y programamos 5 minutos, vaso cerrado (es una función) y velocidad espiga. Y dejamos reposar otra hora aproximadamente. Al pasar el tiempo vemos como la masa levantará el cubilete.
Preparamos la superficie de trabajo enharinandola, volcamos la masa y amasamos, pero solo un poco, lo suficiente para quitarle el aire.
Hacemos bolitas de unos 70g cada una, y las aplastamos con las manos, y enharinamos ligeramente.
Pasamos los molletes a una bandeja de horno con papel de hornear y tapamos con otro papel de hornear, dejamos reposar otra hora.
Cuando queden 15 minutos ponemos el horno a precalentar a 200º.
Una vez pasada esta última hora, volvemos a aplastar los molletes con la mano, y los metemos al horno.
Horneamos unos 7-8 minutos, no os preocupes, por dentro quedarán hechos, pero por fuera deben quedar blanquitos.
Sacamos del horno y tapamos con un trapo, para que queden blanditos.

Una vez estén fríos se pueden congelar perfectamente, cuando los queramos comer, los sacamos y calentamos en grill, o tostadora, y estarán deliciosos!